El pasajero 19
Cuando abre los ojos no sabe dónde está, ni quién es. Viaja en un tren de lujo, y en el aseo de la cabina en la que ha despertado hay una joven asesinada. Todo apunta a que él es el autor del crimen, pero no recuerda nada. Así comienza una historia trepidante, la primera de la trilogía Las crónicas del viajante, de Carlos Vila Sexto.
Nuestro protagonista tendrá que descubrir su propia identidad y demostrar que no es el culpable, y para ello solo dispone de unas horas, las que durará el viaje inaugural del lujoso Tren del Norte que une Oviedo con Ferrol bordeando la cornisa Cantábrica.
Miguel —nombre que adopta debido al tatuaje del Arcángel Miguel que lleva en uno de sus brazos— inicia una investigación a contrarreloj con la ayuda de la pequeña Alba y de Fernando, un pasajero aburrido y bienintencionado, mientras trata de esquivar al insistente jefe de seguridad del convoy.
El pasajero 19 tiene todos los elementos de la llamada “novela de misterios del cuarto cerrado”, pero a medida que avanza la acción, descubrimos que el relato está condimentado con otros ingredientes todavía más suculentos, que van desde las tramas de corrupción financiera hasta la presencia de seres sobrenaturales, con villanos sin escrúpulos, fantasmas y apariciones, sacerdotes enigmáticos, historias de amor y desamor, y un misterioso pasajero encerrado en la cabina 19.