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Un avión que transporta estudiantes británicos evacuados durante la Segunda Guerra Mundial se estrella en una solitaria isla del pacífico. Solo sobreviven los niños, que tendrán que aprender a organizarse y a convivir entre ellos. Pronto, dos de los mayores, Jack y Ralph, se convierten en los líderes del grupo. La afinidad que sienten el uno por el otro no tardará en reconvertirse en una tensa relación de rivalidad y enfrentamiento, y en torno a ellos se irán definiendo otros personajes como Piggy, Simon o Maurice.
Cuando Eric nació le llamaron Alicia, pero desde muy pronto él tuvo claro que quería ser otra persona. Con la ayuda de su abuelo pudo desarrollar su auténtica identidad. Cuando consigue un papel en una serie de televisión siente que el mundo está a sus pies. Entonces Tania, su mejor amiga, se enamora de otro actor.
¿Cuál es el enigma que encierra la isla de Tökland? ¿Es realmente el secreto más grande del universo o es solo un fraude y un truco publicitario? La compañía arrendataria de la isla, presidida por el excéntrico y misterioso señor Kazatkian, invita a todos los aventureros, exploradores y descifradores de acertijos a enfrentarse al mayor misterio de todos los tiempos, encerrado en el laberinto del interior de la isla. El premio, cinco millones de dólares. Así comienza nuestra novela.
En los cuentos de Edith Nesbit hay dragones de todo tipo, tamaños y formas: de hielo, de fuego o de piedra, diminutos y gigantescos, los hay salvajes, domesticados y serviciales. No son, desde luego, los típicos dragones que vendrían después. Incluso nos encontramos con el último de los dragones que, cansado de los maliciosos comentarios de la gente —“si contamos con tantas máquinas, ¿para qué sirven los dragones?”—, pidió convertirse en el primer aeroplano.