La obra póstuma de Rafael Chirbes Paris-Austerlitz ha aparecido en enero pasado, unos meses después de su muerte, ocurrida el pasado verano. Chirbes era ya considerado por muchos críticos, y por decenas de miles de lectores, en toda Europa y también en España, como uno de los grandes referentes de nuestra narrativa.

Escritor ácido, directo, nada complaciente, con una idea muy clara del mundo y de la literatura, Chirbes nos ofrece en este relato (no demasiado largo y que al parecer había empezado a escribir bastante años atrás), la historia de una relación entre dos varones: un español aspirante a artista y un obrero francés (bastante mayor en edad) vitalista, más sabio, desprejuiciado y con unos intereses no siempre coincidentes con los del primero.

Como la literatura de sesgo homosexual no es tan frecuente, a más de uno le pueden resultar extrañas estas relaciones, que Chirbes narra con gran veracidad. Al final las relaciones amorosas, sean del mismo o de diferente sexo, acaban poniendo sobre el tapete la fuerza de los sentimientos y describen con amargura que el amor, pese a su potencia, no siempre es capaz de vencer las trampas que de continuo nos tiende el mundo.

Un relato intenso, escrito con mano maestra, que desgraciadamente sirve de adiós a uno de los grandes escritores de nuestro tiempo. Para algunos críticos ésta es tal vez la obra más sincera de cuantas ha escrito Chirbes.