Terence Davies
Producción: Reino Unido, 2000

La casa de la alegría [Vídeo]

La casa de la alegría es una película de época, aunque la historia que cuenta es intemporal. Retrata la lucha para sobrevivir en un mundo plagado de intrigas y convenciones, en el que hay que pagar un alto precio para ser fiel a uno mismo. La joven protagonista, Lily Bart, pertenece a una clase social privilegiada, pero carece de independencia económica, por lo que vive bajo la tutela de su acaudalada tía. Se resiste a aceptar un matrimonio de conveniencia e intenta no pensar en el futuro. En un momento dado, todo cambia, y se verá obligada a tomar decisiones que acabarán arrastrándola hacia el abismo.

El perfil psicológico de Lily está dibujado con simples, pero contundentes trazos. Nos transmite en principio una imagen de mujer frívola e integrada en un grupo de individuos ociosos, amantes del juego y las fiestas. Sin embargo, no tardamos en percibir, a través de pequeños detalles, algunos brotes de rebeldía. Y acabamos comprobando que es una persona cuya vida se rige por sólidos principios. Nos conmueve su actitud, que contrasta con la maldad y la hipocresía de su círculo de amigos.

Destacamos el trabajo de la protagonista, Gillian Anderson, que se revela como una gran actriz. Nos ofrece una interpretación llena de matices, con silencios y miradas que llevan al espectador a sentirse hipnotizado por ella. La relación con Lawrence, el amor que no se puede permitir, proporciona algunos de los momentos más intensos –y tristes– de la película. El magnífico vestuario y la cuidada ambientación contribuyen a resaltar el contraste entre la elegancia aparente y la sórdida realidad que se esconde detrás. Una gran dosis de crítica social, profunda, aunque sutil, se percibe desde las primeras escenas y se mantiene a lo largo de toda la trama.

La película, dirigida por Terence Davies, ha conseguido varios premios, entre los que podemos citar el British Independent Film Award a la mejor actriz y el premio de la crítica a la mejor interpretación femenina (2000). El guion está basado en la obra homónima de Edith Wharton, una excelente novela que también recomendamos.