El amor a los libros y la literatura es el tema principal de esta breve pero admirable obra y, más concretamente, el amor a la literatura británica. 84, Charing Cross Road es la recopilación de la correspondencia mantenida a lo largo de los años entre la autora, Helene Hanff, residente en Nueva York, y Frank Doel, librero londinense dotado de una paciencia infinita. No se trata exactamente de una novela, podría calificarse de epistolario o de memorias. La relación entre lectora y librero comienza en 1949, cuando Hanff escribe la primera carta a una librería de Londres situada en el número 84 de la calle Charing Cross Road. Hanff es una bibliófila empedernida que disfruta con las ediciones más singulares, los autores menos accesibles y los temas más rebuscados. La librería sirve los títulos pedidos desde el otro lado del Atlántico y poco a poco se va trabando una relación que trasciende lo profesional y se mantiene más de veinte años. La lectora reconoce el trabajo de los libreros londinenses: la gratitud es otro de los grandes valores que marcan la relación entre los personajes. Tras la Segunda Guerra Mundial Londres, como todo el Reino Unido, vive un periodo de escasez y razonamiento. Los empleados de la librería, gracias a la su relación con Helene Hanff, reciben conservas, medias, jabón y otros productos de difícil acceso sin recurrir al mercado negro. La solidaridad también está presente en estas páginas.

El libro se publicó por primera vez en 1969. Tal fue su éxito que enseguida se hizo una versión teatral, se adaptó a la televisión para la BBC y llegó incluso al cine; la versión más conocida se realizó en 1987, con Anthony Hopkins como librero y Anne Bancroft como Helene Hanff. También está disponible en la Biblioteca con el título La carta final.

En definitiva, se trata de una novela epistolar que muestra la relación entre una excéntrica lectora y un resignado librero. Cómo, gracias a los libros, la relación comerciante-cliente, va avanzando a lo personal y llega a la amistad, la gratitud, la solidaridad, la satisfacción del trabajo bien hecho y el amor a la lectura.