Fado mutante es el segundo disco de la agrupación portuguesa Rosa Negra, formada por Jonas, a la voz, Cindy Gonçalves al violín, Sandra Martins al violoncelo y al clarinete, y Rui Filipe, encargado de los teclados, guitarras y programaciones, y único superviviente del grupo original. Colaboran también otros músicos como J.J. Galva, que además de tocar la guitarra acústica es el cómplice de Filipe en la composición, el coro femenino de voces tradicionales Cramol o Rita Lobo.

Rui Filipe nos presenta una formación y una propuesta musical renovada. Fado mutante poco tiene que ver con su primer disco, Fado ladino, que se acercaba más a las raíces sefardíes del fado. Rosa Negra ha pasado de ser un grupo que contaba con la cantante Carmo, y cuatro músicos más, a convertirse en un colectivo, como ellos lo llaman, y en el tiempo que ha transcurrido entre los dos discos han evolucionado hasta conseguir un sonido más depurado y propio.

Destaca la voz de Jonas Lopes, al estilo de los nuevos cantantes portugueses que conciben el fado de forma distinta. Los arreglos, en una línea más acústica, se mezclan con aires de otros estilos musicales, del norte de África, de Cabo Verde, de los Balcanes o de la India. Un trabajo con un lenguaje más atemporal y contemporáneo, interpretando el fado como un ser vivo que está cambiando constantemente, fado en mutación. El resultado final es sutil, fresco y apasionado.