Hugo Pratt, Milo Manara
Barcelona: Norma, 2003

Verano indio

Dos genios del cómic europeo, el veneciano Hugo Pratt y el veronés Milo Manara, unieron su talento en 1983 para obsequiarnos con una historia que ya se ha convertido en un clásico del género, Verano indio. El prólogo apócrifo de Fenimore Cooper (1789-1851) que precede a la historia nos cuenta la relación entre los dos gigantes italianos, sus distintas maneras de afrontar el relato gráfico, el dibujo, la construcción de personajes, pero también nos advierte sobre el contenido del cómic que vamos a leer.

El atrevido y minucioso dibujo de Manara junto al guion de Pratt nos trasladan a comienzos del siglo XVII, al territorio ocupado actualmente por Massachusetts, en el contexto de las guerras entre indios y colonos blancos, que trataron de aniquilarse, y en las que finalmente prevalecieron los blancos.

Pero no es esta solo una historia de conquista y exterminio. La denuncia del puritanismo, de la doble moral, de la hipocresía son temas que atraviesan la historia y que lentamente se van desvelando, dejando al descubierto una supuesta sociedad “civilizada” corroída por los gusanos de la codicia, la mentira y las falsas apariencias.

Un comienzo magistral, con viñetas que se suceden a modo de “plano secuencia”, sin un solo texto, nos sitúa ante un universo embrutecido, dramático, de violentas pasiones, desgarrado por el enfrentamiento (entre indios y colonos, pero también entre los propios colonos, los estigmatizados y expulsados de la comunidad y los que ostentan un reconocimiento muchas veces inmerecido). Un historia ambientada en la América colonial del siglo XVII pero que con distintas variantes se ha repetido y se repite a lo largo y ancho de la historia y de la geografía humanas.