Contra la lectura es un ensayo cuya traducción nos llega ahora, pero que se publicó hace diez años. Su autora es Mikita Brottman, doctorada en Lengua y Literatura Inglesa en Oxford, por tanto, amante de la lectura, pese al título del libro.

Mikita Brottman se dedica a estudiar determinadas pulsiones patológicas alrededor de la cultura contemporánea y, además, es psicoanalista. Desde esa perspectiva, con este libro ofrece una visión singular y nada ortodoxa del acto de leer. Crítica con las actuales campañas de fomento de la lectura, a través de estas páginas el lector o lectora se encontrará preguntándose por qué lee. Sin duda nos sorprenderá lo que dice de algunos clásicos, pero a la vez derriba los muros que el esnobismo ha creado en torno a esos cánones de lectura intocables, que hacen que sintamos vergüenza al reconocer que no hemos podido con obras cumbre de la literatura. Esos muros no hacen lectores. También nos aporta, de forma breve y nada erudita, algunas claves interesantes para afrontar la lectura de ciertas obras y autores de siglos pasados. Y de paso nos topamos con manías, filias y fobias relacionadas con los libros como objeto, descubriremos que leer no siempre ha estado bien visto, algunas jugosas anécdotas de bibliotecas privadas o lo que sucede, a veces, en las públicas.

De lectura amena, es un libro que, tanto si te gusta leer como si no, invita a colocarnos en una posición poco convencional y a observar (o reconocer) nuestra relación con los libros, esos singulares objetos que pueden cambiarte la vida (o no) como pocos.