Historia
La Biblioteca de Castilla-La Mancha, dependiente de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, constituye el centro bibliotecario más importante de la región y uno de los más destacados de España.
En 2018 se aprobó el Decreto 34/2018, de 22 de mayo, de estructura y funcionamiento de la Biblioteca de Castilla-La Mancha.
Ubicada en la última planta del Alcázar de Toledo, abrió sus puertas el 16 de octubre de 1998, uniendo en una sola institución la Biblioteca Pública del Estado en Toledo y la Biblioteca Regional, creada por la Ley de Bibliotecas de Castilla-La Mancha (Ley 1/1989, de 4 de mayo).
El origen de esta biblioteca se remonta a los años 70 del siglo XVIII, cuando en obediencia a una Cédula del rey Carlos III, el cardenal Lorenzana abrió al público la entonces Biblioteca Arzobispal. En el siglo XIX, tras el proceso de supresión de comunidades religiosas, el Estado cambió la titularidad de los fondos, que constituyeron la base de la Biblioteca Provincial. Su evolución continúa en el siglo XX, consolidándose también su función de biblioteca pública abierta a todos los ciudadanos, sobre todo a partir de 1966 con su ubicación en un nuevo emplazamiento, la Casa de la Cultura situada en el Paseo del Miradero.
Las dificultades de espacio y las nuevas necesidades sociales aconsejaron a fines del siglo XX el traslado y remodelación de la Biblioteca, que mediante acuerdo entre la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Ministerio de Defensa, encontró definitivo acomodo en la planta superior del Alcázar de Toledo.
En la actualidad, en un ejemplo vivo de unión de tradición y modernidad, contribuye a fomentar el desarrollo cultural y satisfacer las necesidades informativas de todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha, directamente, a través de sus servicios, e indirectamente, colaborando con el resto de bibliotecas y centros de la Red de Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha.